Que raras son las relaciones de pareja últimamente. Muy pocos se quieren casar (yo no me incluyo en este selecto grupo jeje). Algunos otros son novios, hay quienes no quieren saber nada del tema y muchos más que "salen" con "alguien".
Y en este rubro creo que estamos la mayoría, por lo menos de los que conozco.
Sinceramente no me interesa el título de "esposa" (a ese le corro), o "novia", es más, siempre se me ha hecho una tontería el cambiar el apellido de soltera por uno de "casada". Mi nombre es Maricruz Barrales Ramos, y el que haya estado matrimoniada no hizo que me convirtiera en Maricruz Barrales de...
Lo que no me queda muy claro es el papel que termino teniendo en una "relación". Tal vez las personas queremos ponernos, o que nos coloquen la etiqueta, por la certeza que necesitamos en nuestras vidas.
En lo particular, la incertidumbre me altera. El no tener las cosas bajo control hace que me sienta fuera de lugar.
Y viendo las cosas desde otro punto de vista, el "salir" con alguien no es tan malo. Seguimos teniendo libertad, esa libertad por la que algunos no queremos saber nada de bodas y casorios. Incluso no creo que sea miedo al compromiso, porque el compromiso incluye muchas cosas como confianza, comunicación, incluso fidelidad. El compromiso será entonces el saber que la otra persona está junto a nosotros aunque no parezca?
Aun así todo sigue pareciendo raro. Porque independientemente de querer la compañía de alguien es tan gratificante el saber que somos capaces de sostener una casa o una familia completamente solas (o solos). Sinceramente no conozco a muchos hombres que acepten esa responsabilidad. Si se divorcian o separan regresan con sus padres.
Esconces, para que educamos a nuestros hijos? Lo preocupante no es la cantidad de divorcios, creo que mas bien es el que no haya personas independientes. Mujeres que se sostengan a si mismas conozco muchísimas. Pero hombres no.
Yo quiero que ni hija sea independiente, que sea feliz por si misma, no que todo gire entorno a una tercera (o terceras) .
Esto es cuento de nunca acabar, así que dejaré la polémica para otro momento. Lo que si me queda claro es que no quiero a alguien a mi lado que cuestione mis decisiones y mucho menos que me sienta como competencia. Que respete mi espacio y admire mi trabajo. Sueños guajiros jajaja.
Probablemente alguna vez sienta que me sobra independencia... Pero saben una cosa? Soy mucho más feliz así!

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