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viernes, 22 de julio de 2011

La demostración más grande de Amor



Probablemente lo que escribo ahora, es lo más íntimo que he publicado. Creo que no a todo el mundo le va a interesar y es muy seguro que algunos no estén de acuerdo conmigo.

Una de las experiencias mas gratificantes, hermosas, educativas, y hasta feministas que te tenido ha sido el amamantar a mi hija.

A veces se me hace extraño escuchar a otras mujeres conversar sobre qué decisión tomaran respecto a la alimentación de sus hijos. Se preguntan si darán o no pecho. Al menos para mi fue tan natural que nunca me puse a pensar en si lo iba a hacer o no.

No niego que algunas veces es complicado, pero sinceramente los beneficios superan, y con mucho a los contras que podamos encontrar.

Para empezar, en lo económico; yo solo compré dos o tres latas de fórmula y realmente nunca las usé. Creo que con eso me ahorré una lanota que pude usar para otras cosas.

La practicidad: no es lo mismo andar cargando con la fórmula, el agua, los biberones, andar calentando, y con la preocupación de que si ya se echó a perder, a tener la leche siempre disponible a la temperatura ideal.
Los beneficios médicos, tanto para la madre como para el bebé: las mujeres que dan pecho tienen menos probabilidades de padecer cáncer, ayuda a bajar de peso después del parto, al bebé le proporciona todos los nutrientes necesarios y además le ayuda a tener defensas, puede utilizarse como método anticonceptivo (obvio, esto chéquenlo con su médico!).

Y la mejor parte es la afectiva, el vínculo que se forma entre madre e hijo es indestructible. Para mi fue la forma más natural y completa de demostrarle amor a mi bebé. Mi hija es la chiquilla más sana que conozco y tanta intimidad hizo que ahora estemos muy unidas, no por el tiempo que pasamos juntas, pero realmente somos hasta empalagosas con tanto apapacho que nos damos. Para mi era un milagro el ver que mi pequeña crecía y podía sobrevivir sin otro alimento que no fuera el que yo le proporcionaba. ¡Y vaya que yo no creo mucho en los milagros!

Creo que los contras tienen más un enfoque cultural que físico o personal. Si, lo reconozco; está esa parte pudorosa que hace difícil estar quitándonos la ropa en público para amamantar. Pero ya hay unas cosas maravillosas que parecen rebozos y que funcionan perfecto para estos momentos.

Tampoco es cómodo el estar derramando leche a todas horas, sentir unos pechos ENORMES que no entran en ningún brassier de los que usamos normalmente, y que además padecemos hasta temperatura cuando ¡por fin! baja la leche. Si la succión no es correcta los pezones se pueden agrietar y suele ser muy doloroso (de hecho lo es).

Para todo esto hay solución: protectores de lactancia, extractores de leche, humectante para los pezones (la vitamina E es excelente!) y hasta puede ser sexy tener pechos del doble del tamaño que tienen regularmente ¡je!

Por estética; esta es la que menos me agrada, aunque ahora podemos ponernos pechos de la forma y tamaño que se nos de la gana con unos buenos implantes ja! Si, si, si, mis pechos ya no son lo que eran antes. Ya no son tan redondos, ni tan firmes, pero su misión principal la cumplieron muy bien!! Y sinceramente a mi me gustan como están.


Lo digo y lo sostengo: yo apoyo la lactancia materna.

1 comentario:

  1. perfecto, por fortuna a mi me toco ver a mi mama dar pecho a mi hermano(10 años menor que yo) y por lo que dice ella fue algo magico, y se le notaba en su rostro,y si, son muy unidos, uno es hombre pero ustedes que tienen la fortuna de poder hacerlo haganlo y no piensen en boberas como "no no le voy a dar pecho" es algo que no se repite ya que aun cuando tengan mas hij@s no es lo mismo de un@ a otr@, al menos esa es mi opinion

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