Powered By Blogger

jueves, 30 de enero de 2014

Cómo sobrevivir al primer beso, lecciones para principiantes

¿Se acuerdan de su primer beso?, ¿les gustó?, porque a mi no... Guácala. El primer beso está sobrevalorado, y no se si las películas de Disney algún día le hagan justicia a los primeros besos. Ximena me preguntó que si me había gustado, y lo único que pude recordar era exceso de saliva, sensación de gérmenes, y torpeza total.

Los primeros besos no son buenos, para que se tenga un buen beso debe haber práctica, pero práctica de campo. Los ensayos con el antebrazo no cuentan. Un beso no es un beso si no se lo das a otro(a) besuqueador(a) con labios, dientes y lengua. Tampoco cuentan los besos a los canes y felinos que tenemos por mascota. El besuqueo al que me refiero se da entre humanos.

A mi me gustan los besos, de eso no tengo duda. Pero el primero no. Que me perdone el involucrado pero no fue bonito, y mucho menos de esos que te hacen levantar los pies del piso.

Me gustan los besos apretados, mordelones, en lo oscurito. Esos que son tiernos y se van haciendo cachondones.

Algunas veces los primeros besos con alguien tampoco son buenos, y merecen una segunda oportunidad. Con el paso del tiempo se vuelven más sabrosos. Si de plano al quintó beso sigue siendo aguado, de esos que dan flojera, o no es el besuqueador indicado, o no nos gusta, o peor, no le gustamos.

Antes de haber besado a cualquier ser humano en la tierra, me aterraba pensar en como lo iba a hacer. ¿Sentada o de pie?, ¿con la boca abierta o cerrada?, ¿y si chocan nuestros dientes?, ¿qué tal si me gana la risa?, ¿con los ojos cerrados o abiertos? Y si los dejo abiertos, ¿haré bizcos?... ¡Susto!

Hasta que besas entiendes que un beso fluye... No hay manera de ensayarlo. Es como bailar, pero una canción desconocida, sin coreografía. Un buen beso se siente hasta en la panza. Con los buenos besos se pierde la noción del tiempo y del espacio. Así son los besos.




sábado, 11 de enero de 2014

Lista de cosas que me hacen feliz

Después de una horrible depresión invernal, de esas que son como cruda después de borrachera de dos días seguidos, cargada de una tristeza inconmensurable, he llegado a la conclusión de que necesito varias cosas en mi vida para ser feliz. Para sonreír.

Necesito sol. El frío no es lo mío. Además de tener que lidiar con esa horrible alergia que me da, y parecer una copia del monito de Michelín de tanta garra que hay que ponerse para no tiritar de frío, tengo que ver el sol para saber que es otro día. Sentir el calorcito quemando mi cara. Los días nublados no son para mi. Es cierto que vivo en un insomnio constante, pero disfruto tanto los días, que para mi la luz del sol es vital. A los que les gusta tanto el cielo nublado, se los regalo. A mi déjenme tirarme al sol como una verdadera lagartija.

Manejar mucho, sin prisa, cantando a todo pulmón. Para poder hablar con mi Maricruz Barrales interior. A veces me hago la loca y no la escucho, y manejar es una de las cosas que provoca ese diálogo, a veces evadido pero necesario.

Sexo. No hay mucho que decir. Pero eso de liberar endorfinas se siente tan bien...

Hacer travesuras. Si, ya se que hay que ser adulta, y que una ñora juvenil tiene que guardar la compostura, pero perder el estilo de vez en cuando no le cae mal a nadie, y menos si va a provocar un dolor de panza de tanta risa. Hacia tanto que no me reía hasta perder el aliento que cansé, jajajaja (me acuerdo y me vuelvo a reír).

Mi osito de peluche. Cuando tenía como ocho años, una vez mi papá me dijo que iba a cumplir 15 años y que iba a seguir durmiendo con ese oso. Ya tengo 33, y sigo necesitando mi oso para dormir en santa paz.

Escribir. Tal vez lo que escribo (y algunas veces publico), no tenga nada de relevante. Pero es de las cosas que me hacen feliz. Es como platicar conmigo siendo yo, pero desde el exterior.

Estas son algunas de las cosas que me han hecho feliz y que, seguramente, me volverán a hacer sentir rebién.

Probablemente aumentarán, pero por lo pronto voy a disfrutar del sol, antes de que el siguiente frente frío haga de las suyas y traiga nubes al cielo azul.

Y si me ven como lagartija, tirada en una banca, no es que esté perdiendo el tiempo, estoy tomando el sol, ja!