¡Carnal! ¿Qué te digo? Eres mi compañero de aventuras, el único que he tenido... A veces me caes gordo porque eres bien fastidioso. Tu perfección me opaca y dejé de ser la consentida cuando tu llegaste.
Pero desde que naciste, cuando yo tenía como 4 años y medio, supe que nunca iba a volver a estar sola.
Hoy te casas. Y la verdad te veo pleno y feliz.
Tu has sido el hijo que cualquier padre quisiera tener. Incluso yo.
Has hecho todo como debía ser, según los patrones establecidos, por esta sociedad que a veces es medio ojete con las mujeres. Aún así tu y yo siempre nos hemos visto como iguales. Aún recuerdo cuando en los pleitos te ganaba y a pesar de ello hacías paro y me ayudaba a pasar el último nivel del Mario Bros.
Tampoco se me olvida que fuiste el primero en apoyarme cuando decidí que mi vida la tenía que hacer diferente. Tuviste el valor que me faltaba para decir que querías una hermana feliz antes que una hermana sobajada. Por eso te amo. Porque eres un chingón.
Tu mejor que nadie sabes que siempre he sido rara. Soy un bato en cuerpo de mujer. ¿Pero qué te digo? Mi papa me hizo así.
Ilse es el amor de tu vida y si hay algo que te envidio es eso. Encontrar a tu complemento.
Preocúpate por hacer feliz a Ilse, habrá momentos en los que querrás decir: ¿Qué chingados estoy haciendo aquí? Pero van a pasar.
Ámense como siempre lo han hecho.
Te amo hermano.
Gracias por tu compañía estos 28 años.

No hay comentarios:
Publicar un comentario