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domingo, 15 de enero de 2017

Debut y despedida


Llegué a la edad en la que hasta mi hija me dice que cuándo pienso tener novio, o por lo menos un "free", algo ¿no?

Y la realidad es que cada vez está más lejano ese día. De verdad que he intentado. Y mi último intento resultó en un rotundo y monumental fracaso.

Hace unos días un ex me invitó al cine. Si les digo un ex, me refiero a un ex novio de la secundaria, o sea hace más de 20 años que "anduvimos", pero dije ¿por qué no? Total, es solo una ida al cine.

Ya tenía yo mis reservas porque la última vez que salí en una cita al cine, resultó en debut y despedida cuando el caballero en cuestión me pidió que le platicara de qué se trataba la peli justo cuando estaba iniciando la función. A ver, ¿para que estábamos ahí? Si no era para ver de qué se trataba la trama. En fin. La cita llegó puntual y ya estaba comprando los boletos para la función. Hicimos la parada obligada en dulcería para comprar un "Combo cuates" y hasta ahí la cosa iba de manera normal.

Llegamos a la sala antes de los cortos, así que íbamos a tener unos minutos de plática previa. Me pregunta que cuál es mi película favorita, o por lo menos alguna que no me aburra de ver, a lo que le respondo "Eterno resplandor", y me ve con cara de "what?". No tenía idea de qué era ni con qué se comía, incluso mencioné los nombres de los protagonistas, y algunos detalles. Ok. No la ha visto, cuando le pregunto qué cuál es su película favorita o la que no se cansa de ver me dice que una de Adam Sandler... sin comentarios.

No me sentía muy cómoda, pero de verdad estaba intentado que la cosa fluyera. Así que dije, "bueno Maricruz, relájate, ¿qué puede salir mal?". Gran, ¡grandísimo error! jajajaja.

No habían pasado ni 5 minutos de la película y me pregunta que si puedo comer palomitas con la mano izquierda (hubiera dicho que no), y toma mi mano derecha, añadiendo el comentario de "como cuando teníamos 13 años" ¡WTF!

Traté de ser tolerante y hasta ahí la cosa avanzaba. A los 10 minutos de la trama siento una mano intentando meter una palomita en MI boca... y ahí comenzó la película más larga en la historia de mi vida.

Tres. Tres veces intentó que me tragara las pinches palomas poniéndolas en mi boca... ¿ustedes creen que vi la película con muchas ganas? ¡Si las dos horas que duró estuve con el miedo de sentir otra paloma en mi boca!

Por fin (después de dos horas de angustia) comienzan los créditos finales y me pregunta que si algo me molestó, y obvio, le contestó que sí quiero comer palomitas yo misma puedo tomarlas y ponerlas en mi boca, muy amablemente me comenta que me acompaña a mi coche, claro que en ese punto yo no quería ni que me acompaña dos metros pero, tampoco iba a ser tan culera.

A modo de disculpa me dice que me relaje, que no es la chamba, que ahí no debo estar estresada... ¡o sea! Si yo me estreso en la chamba, es porque en la vida me estreso, además ya estaba EN-CA-BRO-NA-DA. Cualquier cosa que dijera o hiciera iba a ser usada en su contra. Supongo que no me va a invitar a hacer nada nunca más, eso espero. Y así como no le gustó que osara poner palomas en mi boca, y tampoco me gusta que hablen durante las películas, ni que se metan a mi oficina cuando estoy trabajando, hay muchas otras cosas que no me gustan. Y por eso es que no tengo novio, ni "free", ni "crush", ni nada de nada, por mamona. Y la verdad es que me vale. Jojojo.

Gracias a mi mejor amiga por hacerme entrar en razón y no culpar a las pobres palomitas, que ninguna culpa tienen.